(Continuación del cumpleaños de Renesmee. Contado por Nessie)
Después de la conversación con mi madre, fui a hablar con mi querido Jake. Ahora que yo sabía que era solo para él, y que él era solo para mi, nada nos separaría, y mi mama tenía razón, debería de estar feliz. Cuando bajé las escaleras, me di con la sorpresa de un aquelarre de vampiros en particular, los Vulturis. Estaba Aro, el benevolente; Cayo, para mí, el malvado; y Marco, quien no tenía mucho que opinar, como siempre. Esta vez, su seguridad solo estuvo conformada por Jane y Alec. Jane… ella me hace temblar, después de todos los recuerdos que tengo de cuando yo era bebe.
La inesperada visita de los Vulturis no hizo que perdiera mi objetivo de la mente, hablar con Jacob. Lo busque con la mirada, entre las luces y las parejas bailando, hasta que lo ví conversando con mi mejor amiga de la escuela, Ann. Se veía triste y abatido. Cuando me acerque, inmediatamente Ann nos dejó a solas.
- Hola Jake…
- Nessie! No sabía que…O Nessie! Cuanto lo siento! Pero tenia que ocultártelo hasta una edad prudente!
- Mira – Acerqué mi mano a su mejilla, para que viera la conversación que tuve con mi madre.
- Renesmee Cullen, me inclino a tus pies – y dicho esto, me esbozo esa hermosa sonrisa que siempre me derrite.
- Jacob Black, gracias. Me has dado el mejor cumpleaños de mi vida. Esto de la imprimación es algo mágico. No lo puedo creer. ¿Acaso soy tan buena como para merecerte?
- Eres demasiado buena, Nessie. Nunca lo dudes
De pronto, se acerco cuidadosamente, me agarró la mejilla, y se seguía acercando. Era el momento, el momento que solo vi en mis sueños, el momento con el que soñaba cada noche, y por el que rezaba todas las noches; Jacob iba a besarme. Estábamos tan cerca, mi corazón aún latiente, latía a mil por hora, pero apareció Aro. Inmediatamente el momento se interrumpió, y el vampiro de aquella extraña belleza pidió hablar conmigo.
- Te he estado observando, Renesmee – su tono era calmo, pero aun así me erizaba la piel – con ese chico que según veo se llama Jacob Black.
- Ehh, Aro, el es muy importante para mí.
- Puedo verlo, y si bien lo recuerdo, él es uno de los licántropos, o mejor dicho metamorfos con los que tuvimos nuestro último encuentro.
- Si, el protege nuestro aquelarre, y especialmente a mi – ahora mi voz era firme, no me acobardaría ante su presencia.
- Nessie, puedo y llamarte así? – asentí – Tu sabes que nuestra especie debe gurdar un secreto, uno muy importante. Si no me equivoco, este muchacho, mortal, sabe absolutamente todo sobre nosotros, y también lo saben sus amigos de la reserva “La Pesh”… “La Push”.
- Si, los licántropos, perdón, metamorfos de La Push están pendientes de esto. Pero Aro, ellos guardarán el secreto, tal como lo hizo mi madre antes de su transformación – oh oh, no debí decir eso. ¿Acaso Aro pertenecía que convirtiéramos a todos los habitantes de la push?
- Exacto, ahí quería llegar, querida Nessie – maldición! – Por lo que he presenciado, tu y ese muchacho Jacob Black están manteniendo una relación muy estrecha, al menos el debería ser convertido, ¿no crees?
- Pero Aro, el es un hombre que se convierte en lobo, y no puede ser convertido. Cuando era pequeña, siempre lo mordía, y sin embargo no sucedía nada. ¿Hay acaso otra solución? Como por ejemplo, dejarlo con vida de humano normal? – de pronto apareció Cayo, e interrumpiendo nuestra tranquila conversación, dijo con tono siniestro.
- O matarlo, y dejar que nuestro secreto muera con el – Después de aquellas palabras que menciono, las lágrimas empezaron a caerse por mis mejillas.
- Aro, no nos precipitemos aún. Dejemos que la pequeña Nessie disfrute de su fiesta de cumpleaños. Más adelante nos encargaremos del pequeño inconveniente de los licántropos.
Y diciendo esto, Aro me secó las lágrimas y se marchó con su hermano. De pronto apareció Jake, y le acerque mi mejilla para que viera todo lo ocurrido con Aro y con Cayo.
- Ya veo…entonces tendré que…pero es imposible, así que yo… moriré?
- No Jake, no por ahora. Ya encontraremos otra solución para esto.
- No me importaría morir por ti, Nessie – y dicho eso, otra vez se acerco hacia mi, lentamente, y yo hice lo mismo; pero otra vez interrumpieron el momento esperado. Esta vez fue mi madre.
- Chicos, vamos a cantar “Happy Birthday”. Oh, interrumpí algo, lo siento Jake, Nessie – Torpe como siempre, mi madre se retiro, per Jake y yo la seguimos.
Me acerqué al centro del salón, y mi padre dio un pequeño discurso, al cual no le presté mucha atención, pues tenía los ojos fijos en Jacob, que me sonreía a todo memento. De pronto, empezaron a cantar por mi cumpleaños, y soplé mis quince velitas. Después de esto, todos se acercaron a saludarme y a felicitarme. La última, pero la más importante persona en acercarse a saludarme, fue Jake, MI Jake. Salimos un rato por el sendero del bosque que esta al costado de mi casa. En ese sendero, Jake y yo siempre jugábamos, desde que yo tengo uso de razón. Siempre se convertía en lobo para que pueda tomar siestas en aquel hermoso sendero y no tener frio. Jacob era perfecto. Yo lo amaba.

El sendero estaba muy hermoso. Jake lo arreglo para mí. El camino estaba decorado con luces, en los bordes. Cuando este terminó, había una pequeña mesa alta de vidrio, con una rosa sobre ella. Mientras cruzaba por el camino, Jacob me susurró al oído un hermoso “Te quiero”. Una vez que llegamos a la rosa. Jacob empezó a hablar.
- Renesmee Carlie Cullen Swan, recibe esta rosa como muestra de mi eterna servidumbre, jajaja – Hay! Jake, siempre con su divertida personalidad.
- Jacob Black, acepto esta rosa, como prueba de que serás mi esclavo de por vida – ambos reímos, y su sonrisa fue la más hermosa que he visto en el mundo.
- Ahora no hay nada que nos interrumpa
Por tercera vez, agarró mi mejilla, se agachó un poco, yo me empine, cerré los ojos, y nos besamos. Su beso fue dulce, y muy delicado. Sentí como si Jake tuviera miedo de romperme, ya que me tocaba con tanta delicadeza. Ese fue mic primer beso con Jacob Black, y nunca estuve mas segura que en ese momento del inmenso amor que le tengo a mi lobito. Lo amo.
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