Cuentos sabatinos!

El cumpleaños de Renesmee

Tiempo…Cuando uno es consciente de que es inmortal, el tiempo es relativo. Hoy, por ejemplo, es el cumpleaños de Nessie, cumple cinco años, pero aparenta de quince. Alice insistió hacerle una especie de “quinceañero”. Invitaría a sus amigos de su nueva escuela, a nuestros amigos Quileutes, a mi padre, por supuesto, y a aquelarre de Denali.

Toda la casa estaba decorada de color morado, el color favorito de Nessie. Edward compuso un Valls en piano, para bailarla con su hija, la cual era su hermana ante los ojos humanos. Carlisle le compro un nuevo teléfono móvil, claro como si necesitara uno cuando tiene a ocho vampiros y a un hombre lobo vigilándole. Esme contrato a una banda de rock para que animara la fiesta. Jasper y Alice se encargaron de absolutamente todo lo concerniente a la decoración. Rosalie se esmero con su regalo; primero quiso regalarle un auto del año, pero gracias a Dios Edward la detuvo, así que se conformo con regalarle una computadora portátil.

El regalo de Jacob fue único, más que la pulsera con el dije de lobo que me regalo hace años, por mi graduación. Jake estuvo ahorrando todo el año para comprarle un anillo, con la siguiente grabación: “Nessie y Jacob, imprimados desde el inicio”. Esa sería la manera por la cual le confesaría, por primera vez, lo de la imprimación.

La hora se acercaba, y yo ayudaba a Nessi a cambiarse. – Hija, estas bellísima.
- Eso crees? – Me pregunto Nessie - ¿Crees que le guste a Jacob? – Siempre me preguntaba cosas sobre Jake. Se preocupaba demasiado en lo que el pensaría por cada cosa que ella hacia. Hasta siento un poco de envidia, ya que al parecer mi opinión vale menos que la de Jacob Black.

- Mama? Te encuentras bien? – Demonios, se dio cuenta de mi inquietud.
- No pasa nada Nessie, solo pensaba en Jake….y sus preferencias.
- Chicas, están listas? – Escuche la voz de Edward al otro lado de la puerta – Ya llegaron los amigos de Nessie, Tanya y su familia – Tanya….aun sentía celos de ella – los quileutes también están aquí, incluido Jacob.

Ya era hora. Nessi y yo bajamos por la gran escalera, abajo estaba Edward, quien la recibió y bailo la primera pieza de Valls con ella. Después de él, vino, obviamente, Jacob. Parecía el cuento de hadas que nunca desee para mi vida, pero parecía que Renesmee lo disfrutaba. Ese baile pareció durar un siglo, hasta que salió Carlisle para bailar. Así fueron saliendo Emmet, Jasper, Seth de la manada de Jacob, quien se veía muy atractivo, y exageradamente alto.
Cuando termino el baile, nos tomamos la foto familiar. Cuando terminamos la sesión, Jacob se acerco, y se llevo a Nessie a un lado. Era la hora, el momento de la declaración, o mejor dicho, de la verdad, de la imprimación, las respuestas a todas las preguntas de Nessie. Sin duda, esta noticia seria un gran momento para ella.

- Querida, estas bien? - Me pregunto Edward al oído – Pareces preocupada. Ya verás que todo va a salir bien. Ya leí los pensamientos de Jacob, y le va a dar la noticia con tacto, aunque parezca imposible viniendo de él.

Después de tanto tiempo que Jacob y Edward pasaban juntos, ya hasta parecían amigos de la infancia, aunque aun habían ciertas cosas en las que chocaban.

– Se que Jacob y Nessie son el uno para el otro, pero no sé como tomara la noticia nuestra hija – Se molestaría por ocultárselo tantos año? Estaría muy contenta, y dejaría de lado el engaño? No lo creo. Abrí mi mente para que Edward supiera lo que yo me cuestionaba.

- Ya veo… Tal vez Alice nos podría decir – Noo! Por favor!! No quiero una verdad subjetiva, no con mi hija!!

– Tienes razón mi vida. Dejaremos que las cosas fluyan. Maldición!

Si mi olfato no me fallaba, y mi audición tampoco, lo cual era imposible que sucediera, los Vulturis estaban afuera. Reconocí las tres voces más conocidas del mundo, la de Aro, la de Cayo y la de Marco. También reconocí la de Jane y la de Alec, su mellizo. El hecho de que hayan humanos, jóvenes humanos en casa era lo que me preocupaba… Alice abrió la puerta, con conocimiento de lo que nos esperaba, pero no parecía ser nada malo, por el momento.

- Alice Cullen! Es un placer volver a verte! Veo que esta fiesta la has organizado tu. – Aro siempre tan cordial como siempre, le estrecho la mano a Alice. – Veo que aun no confias mucho en nosotros, y que estas pendiente de nuestro futuro. No me ofendo por eso.
- Lo siento Aro, no quiero ser grosera, pero siempre estoy pendiente en general, por seguridad – Alice hablaba con voz firme y decidida.

Con la llegada de nuestros ilustres invitados, los chicos de la escuela de Nessie se incomodaron un poco. Eso, para mí, fue lo de menos, mi problema central ahora era Cayo, quien miraba todo con mucha desconfianza, típico de el. Mi concentración dejo de pertenecer a la realeza, cuando vi a Jacob entrando de nuevo a la sala. Parecía triste, así que me acerque a ver qué pasaba.

- Jake te encuentra bien?
- Ella me odia – dijo Jacob con las manos temblando, y los ojos humedecidos
- Ella no te odia, ella esta imprimada de ti, es imposible que te odie. Sol odale tiempo. Es una chica lista, lo entende….
- No me digas que lo entenderá Bella! Esto no se trata de ti, ella no es como tu. Y si se encapricha tanto que la imprimación se destruye. Sabes que eso puede pasar?
- No inventes Jacob
- En verdad. Recuerdas a Embry y su amiga del instituto con la que se imprimo? – yo asentí – bueno, tuvieron una pelea, muy fuerte, y ahora Embry y ella no se hablan, ahora menos, ya que se ha vuelto a imprimar!! Otra estúpida leyenda quileute que parece ser verdad.
- Pero eso no pasara contigo y Nessie. Ustedes se aman demasiado! – su reacción me decía que no tenía fe en sí mismo – Hablare con ella.
- Bella, no quiero que empeores las cosas. Sera mejor que me vaya… para siempre.
- Jacob Black no seas ridículo, y disfruta un poco la fiesta. volveré en un minuto con las reina del baile.

Subí a toda velocidad al cuarto de Renesmee. Estaba llorando, y toda la furia que sentía se convirtió en pena.

- Hija, te encuentras bien? – veo que ya te enteraste delo de la imprimación.
- Todo el mundo lo sabia menos yo! – contesto con una furia que nunca había visto en ella – siempre estuve arrastrándome tras Jacob, sin saber que no necesitaba esfuerzo alguno para llamar su atención! Siempre pensé que él me veía como una hermana, pero ahora veo las cosas diferentes.
- Y acaso no te pone feliz el hecho de que el te ame más que a nada en el mundo?
- Claro que me pone feliz! Pero debió decírmelo! Nadie me lo dijo! Ni siquiera tu, mi madre.
- Perdóname, se que nadie debió ocultarte la verdad, pero creíamos que sería mejor esperar a que maduraras un poco más. Es por eso que Jake sigue transformándose en lobo diariamente, para no envejecer, y poder estar contigo.
- Tienes razón mama, perdóname por favor. Iré a hablar con Jacob.

(Continuara la siguiente semana)